Buscando un equilibrio en nuestro espacio y tiempo personal y laboral
Entramos en la recta final del año y nuestra agenda definitivamente ¡No da más! Eventos corporativos, compras de fin de año y postergados reencuentros post pandemia... Realmente es difícil no sentirnos agobiadas y agobiados en esta época del año. Es por esto que conversamos con nuestra facilitadora Romi Romero, coach y terapeuta Thetahealing, cuya experiencia consiste justamente en ayudarnos a lograr este balance entre trabajo y vida personal.
¿Cómo podemos tomar consciencia de estar equilibrando bien nuestros espacios y tiempo entre lo laboral y profesional? Romi Romero nos invita a hacernos la siguiente pregunta: ¿Cómo te hace sentir? Revisemos cada situación, cada relación. “Indaga en lo más profundo y escribe todo lo que surja sin juicio, tus sentimientos son tu propia sabiduría y te conectará con tus deseos reales”, explica.
¿Qué es lo más difícil para lograr un balance entre lo personal y profesional?
Dejar de pensar que es "difícil", qué tal si reemplazas esa palabra por "es un viaje", "es un camino" lograr un balance. ¿Cómo se siente?, ¿tu mente lo cree posible? Las palabras en sí tienen energía y poder, decretan posibilidad o no. Es importante prestar atención a nuestros pensamientos para crear nuevos hábitos. Crear un balance entre lo personal y laboral, es un camino constante porque nuestras prioridades cambian, nuestros ritmos cambian, nuestros roles y nosotros también. Y es importante, hacer ajustes, modificaciones para sentirnos a gusto para cada momento. Generalmente, nuestra mente tiende a generar pensamientos de culpa, altamente saboteadores por horas, días o semanas.
¿De qué depende la calidad de nuestros pensamientos?
De lo que consumimos diariamente a través de lo que escuchamos, leemos, conversamos, temas de interés. La buena noticia, es que cada día podemos integrar nuevos temas en aras de elevar nuestros pensamientos para que mayoritariamente nos conecten con nuestro mundo de posibilidades y no quedarnos estancadas en la situación desafiante o de conflicto. A veces, estamos súper conectadas y fluyendo en la frecuencia de posibilidades. Y también, hay días en que odiamos a los pitufos y no vemos la salida pero sabemos que es temporal.
¿Cuáles son las recetas que nos ayudarían a lograrlo?
La mejor receta es ponerse en acción, dejar de sólo hablar de balance y comenzar a crearlo a tu ritmo y para tu momento. El primer paso es crear espacios de calma para que puedas tomar mejores decisiones, quizás te ayude una siesta de 15 minutos, meditar 5 minutos, tomar tu bebida preferida, observar el atardecer, jardinear, poner arreglos de flores, ir al parque, abrazar a tu perro. Cuando te sientas más relajada, hazte la siguiente pregunta: ¿Qué necesitas para dejar de sentir eso? Por la situación, por la relación, por aquello que te está agobiando. Escribe todo lo que necesites hasta que realmente te sientas en paz. Otra buena práctica para quienes hasta ahora les cuesta decir "no", es integrar a tu rutina: ¿A qué puedes decir "No" hoy? Es un buen ejercicio que te ayuda a fijar límites y a no comprometerte más allá de tus roles y capacidad de atención, recuerda que puedes negociar plazos y delegar también, confía.